top of page
  1. El árbol del donante

El Bosque de la Vida es el lugar más emblemático de los donantes



Para la construcción del Bosque de la Vida se planteó un concurso. De los cuarenta y dos proyectos que se presentaron, del País Vasco y Barcelona, la UPV/EHU finalmente se eligió el proyecto de los barceloneses Zade & Vilà Associats. Ellos propusieron: “la creación de un lugar que a diferencia de un edificio nunca esté cerrado, donde no existan los caminos, ni las puertas, ni el orden, ni los números, ni los límites”. Desde aquel momento se estableció el acuerdo de celebrar una ceremonia conmemorativa cada dos años, donde se recuerda a todos los donantes y se da la bienvenida a los nuevos.

El Bosque de la Vida se compone de tres partes: el tronco que está formado por  veinte árboles de acero oxidado y cada uno de ellos guarda dieciséis urnas. En ellas se depositan las cenizas de los cuerpos una vez quedan inservibles para la docencia. La copa, constituida por un conjunto de tubos  de acero  inoxidable, que a través del viento se produce un sonido. Es el elemento dinámico del Bosque de la Vida. Y el alcorque, que es de acero y lleva grabado en números romanos la  identificación de cada árbol.

Aparte del monumento donde descansan las cenizas de los donantes, la Facultad de Medicina colaboró donando un olivo milenario. Representa el símbolo de la prosperidad,  se plantó en el centro del bosque de la vida  y con su tierra se mezcla una parte de las cenizas de los que allí descansan. A su lado se colocó un banco como representación del vehículo del último viaje, que aparece tanto en la obra de Dante como en la mitología clásica.



Donarse a la ciencia

Para hacer esta donación es suficiente que comunique a sus familiares y amigos que es su deseo hacerlo y que en el momento de su fallecimiento avisen inmediatamente a los teléfonos de la Universidad”, este es el mensaje que aparece en las instrucciones del formulario que cualquiera puede rellenar para donar su cuerpo a la ciencia en la Universidad del País Vasco .



La persona que dona su cuerpo a la ciencia contribuye a que médicos y estudiantes examinen el cuerpo humano y aprendan a mejorar e investigar los procedimientos quirúrgicos.

La Facultad de Medicina a través de la Asociación de Donantes de la UPV/EHU cuenta con cerca de un millar de socios. Una vez que los cuerpos donados quedan inservibles para la docencia, pasan a ser incinerados. Para ello la universidad dispone de un horno que permite la cremación de los restos y las cenizas se depositan en una urna. El protocolo establecido por la Universidad del País Vasco para aquellas personas que quieran donar su cuerpo, tras haber rellenado el formulario correspondiente, es el siguiente: una vez producido el fallecimiento del donante, se debe comunicar tal hecho al Departamento de Neurociencias de la Universidad del País Vasco. En caso de haberse producido fuera de la Comunidad Autónoma Vasca, se debería contactar con la Facultad de Medicina más próxima para realizar los trámites oportunos.



Donación y trasplante de órganos



La Organización Nacional de Trasplantes (ONT)  dice: “la donación se trata de un gesto altruista, considerado el mayor acto de bondad entre los seres humanos”. Según el último estudio de la ONT, un año más España lideró como el país que más donaciones ha hecho, 1.643 donantes con los que se pudieron realizar 4.211 trasplantes.

Son varias las asociaciones sobre donaciones y trasplantes de órganos y ALCER  es una de ellas.  La Asociación de la Lucha Contra las Enfermedades Renales está compuesta por cuarenta y nueve asociaciones repartidas por toda España y formada por un grupo de enfermos que han sido trasplantados y quieren ayudar a gente en su misma situación. Para ello utilizan campañas para informar, asesorar y orientar al enfermo renal y a sus familiares, para prevenir la enfermedad y fomentar y promocionar la donación de órganos en los españoles.

El 35% de la asociación se financia con la cuota de los socios que son 45 euros al año y el resto son ayudas de los ayuntamientos, gobierno y sanidad. La gran mayoría de asociaciones están formadas por técnicos, en cambio en ALCER son todos enfermos que han sido trasplantados. Es por esto que cada día tienen que luchar para que su proyecto se valore y realizar campañas de prevención de la enfermedad y para captar cada año más donantes.



Para que estas personas puedan sobrevivir necesitan la donación de otra persona. Esa persona es el donante. Es el que decide dar sus órganos para mejorar o salvar la vida de otros. No hay requisitos específicos para ser donante, toda persona de cualquier edad puede serlo. Las personas lo hacen de manera altruista sin dinero de por medio. Los enfermos que reciben el órgano para ser trasplantado no conocen ningún dato de su donante ya que se trata de una donación anónima. Belén Herrera, Presidenta de ALCER Bizkaia, explica que a veces te pueden decir algún pequeño dato pero que la donación se caracteriza siempre por ser anónima. “Yo el mío sé que es de Galicia, pero no sé si es hombre, si es mujer, no se la edad… no sé nada. Todos estamos deseando de agradecer a esa persona a ese familiar que nos ha dado un pedacito de ellos y que ahora queda en nosotros, pero es imposible”, comenta Belén.

Los trasplantes que se realizan no son para toda la vida. Puede durar desde unos pocos años o llegar a durar treinta, se es enfermo siempre pero son indispensables ya que ayuda a sobrevivir y a mejorar la vida de las personas que sufren diferentes enfermedades.

El Bosque de la Vida es un homenaje destinado a las personas que decidieron donar su cuerpo a la ciencia, el lugar emblemático de los donantes. Se encuentra en el campus de Leioa de la Universidad del País Vasco.

bottom of page